Un Banquete de Sabor y Tradición
Las cantinas en México son más que simples bares donde se sirve alcohol; son espacios de encuentro, de celebración y, sobre todo, de disfrute gastronómico. Con una historia que se remonta al siglo XIX, las cantinas han evolucionado para convertirse en templos de la cocina mexicana, donde cada platillo cuenta una historia y cada trago se acompaña de tradición.
El Ambiente de la Cantina
Al entrar en una cantina mexicana, se siente de inmediato una atmósfera única: mesas de madera, sillas de hierro forjado, decoraciones que evocan épocas pasadas, y en las paredes, imágenes de íconos populares como Pedro Infante o Frida Kahlo. El bullicio es constante, con conversaciones animadas, risas y el sonido de las copas chocando al brindar. Pero lo que realmente captura la atención es el desfile de platillos que llegan a las mesas, cada uno con aromas que despiertan los sentidos.
Los Imperdibles de la Carta
La comida en las cantinas es un reflejo de la riqueza culinaria de México. Aunque cada cantina tiene sus especialidades, hay ciertos platillos que son casi omnipresentes en estos lugares:
1. Botanas
Las cantinas son conocidas por servir generosas porciones de botanas, aperitivos que se ofrecen con la compra de bebidas. Dependiendo del lugar y la región, las botanas pueden variar, pero algunas de las más comunes incluyen:
- Guacamole: Servido con totopos crujientes, es un clásico que no puede faltar.
- Chicharrón: Frito a la perfección, este crujiente bocadillo es ideal para acompañar una cerveza fría.
- Tacos de canasta: Llenos de papa, frijoles o chicharrón prensado, son pequeños bocados de pura delicia.
2. Platos Fuertes
Para quienes buscan una experiencia gastronómica más completa, las cantinas ofrecen una variedad de platos fuertes que son auténticos manjares:
- Mole poblano: Una compleja y rica salsa hecha de chiles, chocolate y especias, servida sobre pollo o pavo.
- Cochinita pibil: Platillo yucateco de cerdo marinado en achiote y cocido lentamente, servido con cebolla morada y tortillas.
- Chiles en nogada: Este platillo de temporada, originario de Puebla, es un deleite visual y gustativo, con chiles poblanos rellenos de picadillo, cubiertos con una salsa de nuez y adornados con granada.
3. Postres
Aunque no todas las cantinas se especializan en postres, algunas ofrecen dulces tradicionales que complementan a la perfección la experiencia gastronómica:
- Flan napolitano: Cremoso y con el toque justo de caramelo, es un cierre perfecto para una comida abundante.
- Arroz con leche: Con un toque de canela y pasas, es un postre casero que evoca recuerdos de la infancia.
El Ritual del Brindis
En las cantinas, el brindis es un ritual que se toma muy en serio. Ya sea con tequila, mezcal o pulque, cada trago se acompaña de palabras que celebran la vida, la amistad y la buena compañía. El tequila, servido en caballito, se bebe lentamente, acompañado de un sorbo de sangrita, una mezcla de jugos de naranja, limón, granada y chile, que realza el sabor del agave.
La Cantina Como Centro Social
Las cantinas han sido, desde sus inicios, espacios de reunión donde se mezclan personas de todas las clases sociales. Desde el obrero hasta el ejecutivo, todos encuentran en la cantina un lugar donde dejar atrás las preocupaciones cotidianas y disfrutar de la compañía, la comida y la bebida. Además, muchas cantinas son famosas por sus juegos de dominó, cartas o billar, que añaden un elemento lúdico a la experiencia.
Cantinas Icónicas de México
Algunas cantinas se han ganado un lugar especial en la historia y la cultura mexicana:
La Ópera en la Ciudad de México, famosa por el agujero de bala que, según la leyenda, disparó Pancho Villa en una de sus visitas. Dirección: Av. 5 de Mayo #10, Centro Histórico de la Cdad. de México, de la, Cuauhtémoc, 06000 Ciudad de México, CDMX
El Gallo de Oro, también en la capital, que ha sido punto de encuentro para artistas e intelectuales a lo largo de los años. Dirección: C. de Venustiano Carranza 35, Centro Histórico de la Cdad. de México, Centro, Cuauhtémoc, 06000 Ciudad de México, CDMX
El Dux de Venecia, Esta cantina es la tercera con registro en la Ciudad de México y yace en un barrio que pareciera haberse detenido en el tiempo. El Dux de Venecia abrió en 1918. Entre sus clásicos están la cuba libre y la guajolota (una bebida que ayuda a subsanar los efectos de la resaca). Este lugar es una leyenda en la que se puede respirar el paso del tiempo. Escondida en Azcapotzalco, es imprescindible en tu recorrido por las cantinas clásicas de la Ciudad de México. Dirección: Av. Azcapotzalco 586A, Centro de Azcapotzalco, Azcapotzalco, 02000 Ciudad de México, CDMX
Tío Pepe, De origen porfiriano, Tío Pepe es uno de esos lugares que son capaces de hacerte viajar en el tiempo. Su carta está especializada en tacos de guisado famosos por su sazón. Dirección: Av Independencia 26, Colonia Centro, Centro, Cuauhtémoc, 06050 Ciudad de México, CDMX
La Peninsular, Considerada la cantina más antigua de Latinoamérica, La Peninsular es legendaria por haber sido escenario de la aclamada película «El callejón de los milagros», además fue refugio de figuras de renombre como Lucha Villa y Pancho Villa. Aquí podrás disfrutar de lo más clásico de la gastronomía mexicana. Dirección: Alhóndiga 26-Local 4, Centro Histórico de la Cdad. de México, Centro, Cuauhtémoc, 06000 Ciudad de México, CDMX
Beber y comer
Las cantinas de México son mucho más que lugares para beber; son santuarios de la cocina tradicional mexicana, donde cada plato y cada trago se disfruta con pasión y se comparte en buena compañía. Visitar una cantina es sumergirse en la cultura, la historia y el sabor de México, en una experiencia que deleita todos los sentidos y deja un recuerdo imborrable.
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